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Por Eduardo Verón: Vecino suarense, licenciado en Ciencia Política, Magister en Derechos Humanos y doctorando en Ciencias Ambientales por la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Es becario del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) con lugar de trabajo en el Laboratorio de Investigación en Ciencias Humanas de la Escuela de Humanidades UNSAM. Sus investigaciones se centran en los residuos, las personas recicladoras y los procesos de urbanización en áreas de degradación ambiental.

 

Dictadura, autopistas, residuos y la lucha por una reserva natural en José León Suárez.

 

El Cinturón Ecológico es un concepto creado por Guillermo Laura, el pensador y ejecutor de varias políticas urbanas de gran importancia como la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), la ruta Camino del Buen Ayre, la autopista (AU) 25 de Mayo, la avenida 9 de Julio, entre las más relevantes (Fernández, 2020).

Laura se ha dedicado a estudiar ciudades del mundo y escribió proyectos para ejecutarlos en la hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y sus alrededores. Durante la última dictadura cívico-militar, fue Secretario de Obras Públicas de la Ciudad y en esa gestión implementó buena parte de sus proyectos urbanos.

El Cinturón Ecológico/CEAMSE -plan de Laura- ha tenido un fortísimo impacto en los procesos de urbanización de buena parte del Área Geográfica Reconquista (AGR) ya que consistió en la construcción de un anillo de autopistas (Laura, 1970) que sirvieran como limite al avance de los barrios, que crecían cada vez más en baldíos y bañados cercanos al Río de la Reconquista. Adicionalmente a las autopistas, Laura proponía espacios verdes en los bordes del anillo vial, a los efectos que sirvieran como pulmón de la Ciudad (Laura, 1978). En la localidad de José León Suárez, además del Camino del Buen Ayre y de espacios verdes, propuso la instalación de un “relleno sanitario”, esto es un sistema de tratamiento consistente en rellenar suelos con residuos, para su disposición final.

Es así como se “legaliza” -por medio de un decreto de la dictadura- una práctica ya existente por lo menos desde mediados del siglo pasado: disponer residuos en José León Suárez. Rodolfo Walsh en sus crónicas sobre los fusilamientos de 1956, describe los basurales de la zona (Walsh 1972).

Con la legalización de la disposición de residuos, comenzaron a llegar miles de toneladas diarias a José León Suárez, provenientes de buena parte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), y de ese modo, comenzó a rellenarse decenas de hectáreas de suelos suarenses. Cada década, las autoridades de la CEAMSE dan cuenta del colapso de los rellenos sanitarios, asimismo, anuncian ampliaciones en nuevos terrenos.

Actualmente, el relleno que está en funcionamiento, en tierras de Suárez, es el Norte III. La técnica de enterramiento de residuos ha sido una tecnología “adecuada” a mitad del siglo pasado, no así para la actualidad. Entre los problemas más relevantes de este tipo de disposición de residuos se encuentran: la filtración de lixiviados (*) en los suelos, la formación de montañas de basura que no llegan a ser enterradas y quedan expuestas a cielo abierto contaminando el aire, la ocupación de suelos que también quedan contaminados por mucho tiempo, tanto que aún se desconoce su proyección en años.

En ese contexto se encuentran hoy el tramo de “Cinturón Ecológico” que linda entre el Río de la Reconquista y el Camino del Buen Ayre en José León Suárez, partido de General San Martín. Ante esa situación de altísima degradación ambiental, grupos de vecinos se organizaron, marcharon hacia el río (foto) y luchan por la creación de una reserva ecológica, en un sector de los terrenos donde ha funcionado el relleno Norte II y un área que se encuentra prácticamente virgen.

La lucha por la reserva ecológica en José León Suárez levanta varias banderas: histórica, ya que hace cientos de años aquí se establecieron pueblos originarios (querandíes) para aprovechar la fauna, la flora y el agua que les proporcionaba el río; ambiental para remediar algo del daño producido por las cientos de miles de toneladas enterradas en estos suelos; y social para que miles de familias puedan disfrutar de la naturaleza, de sus beneficios ecosistémicos y de espacios verdes, que tanto escasean en áreas de pobreza urbana como lo es José León Suárez.

(*) Nota de la Redacción: Los “lixiviados” son contaminantes líquidos generados en un relleno sanitario, producidos principalmente cuando un caudal de agua pasa a través de los residuos. Son una amenaza para el suelo de los alrededores, para el agua subterránea (contaminación de napas) e incluso para el agua superficial.

Nota 2: Está pendiente, desde 2004, la aparición del cuerpo del joven Diego Duarte, sepultado por un camión volcador bajo la basura del relleno "sanitario", mientras buscaba elementos reciclables para venderlos. Tampoco el Poder Judicial ha condenado a los culpables hasta el momento.

 

Bibliografía citada

Fernández, L. (2020). La muralla verde. Urbanismo y ecología en tiempos de dictadura en el Gran Buenos Aires (1976-1983). Los Polvorines: UNGS.

Laura, G. (1970). La ciudad arterial. Buenos Aires: Artes Gráficas Cassese-Carrá.

Laura, G. (1978). El cinturón ecológico. Buenos Aires: CEAMSE.

Walsh, Rodolfo. (1972). Operación masacre. Buenos Aires: Ediciones de la Flor.

 

 

 

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Breve crónica de una construcción comunitaria

Por Raúl Bermúdez

El “fondo” de Villa Hidalgo, fue para mí, durante muchos años, el canal (zanjón) Madero, pasando por debajo de las vías del Ferrocarril Belgrano y el Camino del Buen Ayre, para perderse en el campo, rumbo al Río de la Reconquista.  El canal era la frontera del barrio, la última calle –de tierra- era Ingeniero Huergo.

En los 90´ aparecieron algunas viviendas al otro lado del zanjón. En la primera década del nuevo siglo se lo entubó y Madero fue calle. Fue decisiva la intervención del Ministerio de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Cristina Álvarez Rodríguez, actual ministra de Gobierno y ¡sobrina nieta de Evita!

Pero entre las calles Madero e Italia, los terrenos aledaños al Camino del Buen Ayre, parecían ¡la nada! Salvo pastizales, basura y piedras. Digo “parecían” porque en un atardecer se acercaron a Radio Reconquista unas personas que vivían ahí, en pequeñas casas que habían levantado. Eran Ángel, Cándido, Delia... les habían informado que el municipio tenía que desalojar el lugar para construir un “parque industrial”. A cargo del proyecto estaba un entrañable amigo y vecino de José León Suárez, que la pandemia se llevó, el ex concejal Fernando González.

Lo llamamos por teléfono y vino de inmediato a la radio a conversar con estas familias. Rápidamente acordamos un traslado ordenado. Finalizaba el año 2008 y el intendente municipal era el doctor Ricardo Ivoskus. Fernando se iba a encargar de frenar cualquier desalojo y juntos organizaríamos una mudanza de unos pocos metros, para que las casas no estuvieran dentro del predio que quedaría cercado.

Recurrí al incansable Juan Carr, creador de la Red Solidaria, que nos contactó con una persona que nos ofreció toda la madera del encofrado de la estructura de hormigón armado, de una torre que se estaba construyendo en Vicente López. Repartimos las maderas según el número de componentes de cada familia, en el mismo lugar donde el sábado pasado se inauguró un Centro de Cuidado Infantil (CCI), sobre el que volveremos. Logramos que EDENOR y Aguas Argentinas, extendieran las redes de luz y agua. Nacía un barrio nuevo en medio de un páramo.

Pasaron los años y me tocó viajar mucho, trabajar en diferentes proyectos. Un mediodía, me encontré de modo casual con Ángel que iba a una reunión del “Fondo  Enrique Angelelli”. Me dijo: “Tiene que venir al barrio, ha crecido mucho. Con Magdalena estamos organizando préstamos para mejorar  las viviendas”.

El fondo Angelelli es un sistema de préstamos solidarios, puesto en marcha durante la gestión de Gabriel Katopodis al frente del municipio. El Secretario de Desarrollo Social era Oscar Minteguía y la licenciada Magdalena Terrero era Directora en el área de la Economía Social y Solidaria. Intervenía la organización católica Caritas y la base de operaciones, para el Área Reconquista, se ubicó en la parroquia Inmaculada Concepción de José León Suárez. El párroco era Fray Mingo Rehín. Guardo con todas estas personas una relación de afecto y amistad de muchos años no sólo personal sino que las considero amigas de FM Reconquista.

A mediados de este año en un nuevo encuentro casual con Ángel y Cándido me informé de la falta de luz (bajísima tensión) y de agua. En el sector el agua se reparte en camiones cisterna por falta de presión o de red en lugares nuevos. Fui a visitarlos y  me encontré con un barrio urbanizado, con casas de material muy bien construidas, asfalto, comercios, capilla, etc.

Hay cooperativas trabajando en la renovación de la red de agua en el barrio, por el plan “Mas agua, más trabajo”, mediante un convenio entre el Municipio y AYSA, pero en este sector las tareas se habían detenido. Me contacté con el Secretario de Obras Públicas del Municipio, Andrés Alonso, quien me informó de las cuestiones burocráticas que demoraban las cosas. Oscar Minteguía, que hoy integra el equipo del Ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, me orientó con su experiencia y su habitual disposición. Agradezco a estos amigos sus respuestas.

Era momento de empujar juntos: Con la “Mesa de Entidades” de José León Suárez, abrimos expedientes en EDENOR, en AYSA y en el municipio. En FM Reconquista organizamos una reunión con las familias afectadas, de la que participaron la concejala Carolina Pedelac y el Diputado Nacional Leo Grosso, a quienes reconozco su amistad, esfuerzo y predisposición. Se juntaron firmas en el barrio, visibilizamos el problema. Con el Semanario Huella, publicamos dos artículos al respecto. Resultados: EDENOR mejoró la tensión eléctrica y la oficina de Relaciones con la Comunidad de AYSA se comunicó con nosotros. Los planetas se alineaban.

Conversamos el tema con el Intendente Municipal, Fernando Moreira. La respuesta fue precisa: “La obra de agua se debe hacer cuanto antes”. Con el arquitecto Rubén Ruiz, de Obras Públicas, buscamos apurar plazos. Intercambiamos mensajes con la Secretaria de Mujeres, Géneros e Infancias, la licenciada Marcela Ferri, siempre operativa, de quien depende el CCI que se construyó en el sector afectado. Ella y Magdalena Terrero han trabajado en Villa Hidalgo, desde mucho antes que se sumaran a la gestión municipal. Conocen bien el barrio y sus problemas.

El sábado 20 de noviembre, se inauguró el CCI “Macacha Güemes”, como dije, en el mismo lugar donde repartimos aquellas maderas fundacionales 14 años antes. Tomé de Gabriel Katopodis y Fernando Moreira, palabras de esta crónica. El ministro me dijo: “Te acordás cuando vine a los diez años de FM Reconquista esto era un páramo”. Y el intendente recordó: “Aquí hace unos años no había nada”.

Fue una fiesta para el barrio. El CCI es de excelencia (foto). Andrés Alonso nos  confirmó: “En unos días comenzamos con la obra de la red de agua en este sector, y con el asfalto de las tres cuadras que quedan de tierra”. Caminé de regreso por calles asfaltadas, sin zanjones, sin “fronteras”. Pasé por la esquina de  La Colmenita I (el Jardín de Infantes) y de la Colmenita II (El Maternal). Era feriado largo por el Día de la Soberanía Nacional. Pensé que la soberanía la ejercemos construyendo comunidad en nuestro territorio, integrándolo, cada cual desde el lugar y la función en que la Vida nos pone.

 

Nota de la Redacción: Quien esto escribe no suele ahorrar críticas cuando algo está mal. Por eso -nobleza obliga- hoy destacamos el éxito del círculo virtuoso que constituye la articulación Estado- Comunidad Organizada, cuando del bien común se trata.

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El Ferrocarril General Bartolomé Mitre (FCGBM), tiene un ramal que une las estaciones de Villa Ballester con Zárate. En su tránsito hacia la ciudad portuaria, luego de pasar por debajo del puente General Savio, a la altura de la estación José León Suárez, bordea los barrios “13 de Julio”, “la Cárcova”, Barrio Nuevo y Villa Hidalgo, para luego pasar por debajo del Camino del Buen Ayre, por encima del Río de la Reconquista y continuar su camino hacia las costas del Río Paraná.

A la altura de la calle Andrade, en Villa Hidalgo, hay un cruce –no habilitado ni señalizado- que conduce a un ingreso al Camino del Buen Ayre. Muchos vehículos lo utilizan –a pesar del peligro- para trasladarse entre los barrios del Área Geográfica Reconquista (AGR). Pero también- desde hace más de dos años- camiones de carga y alto porte, lo atraviesan o bien para descargar escombros y basura en los descampados cercanos, o bien para subir al Camino del Buen Ayre, esquivando el pago de peaje.

Esto último ocasiona la rotura del asfalto de las calles internas de Villa Hidalgo, donde está prohibido el tránsito pesado, porque los camiones las utilizan para acortar camino hacia el cruce clandestino. Esta situación ha provocado recurrentes reclamos de vecinos y vecinas ante el municipio sanmartinense.

También la Mesa de Entidades de José León Suárez, que nuclea variadas instituciones locales, ha planteado el problema ante las autoridades municipales y de la empresa Ferrocarriles Argentinos, así como a funcionarios de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad el Estado (ADIFSE).

El paso en cuestión, forma parte del trazado del “Camino del Borde” -actualmente en construcción- que unirá las  Rutas N° 8 y la Panamericana. Se supone que con el avance de la obra el cruce será habilitado de acuerdo a las reglamentaciones vigentes. Al respecto la Mesa de Entidades ha solicitado la construcción de un puente sobre nivel (PSN) o un túnel por debajo de las vías (PBN), por motivos de seguridad.

Lo que no es concebible es que tanto la empresa Ferrocarriles Argentinos como ADIFSE, se queden esperando que avancen las obras del camino, y durante años hayan hecho de cuenta que el problema no existe. Es su responsabilidad cercar los bordes en toda la extensión de vías que atraviesan zonas pobladas, salvo los cruces viales o peatonales autorizados.

Y ocurrió lo que pudo haberse evitado, la semana pasada el tren arrolló a un vehículo (foto), sin consecuencias fatales hasta donde pudimos informarnos. Recién entonces se cerró el cruce. Pero el vallado duró menos de 24 horas. Por la noche, fue retirado, presumimos por las empresas de transporte de carga que lo utilizan.

La construcción del Camino del Borde es financiada con créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través del Comité de Cuenca del Río de la Reconquista (COMIREC), e intervienen la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia de Buenos Aires y la Municipalidad de General San Martín (MSM). Los fondos que estaban retenidos por el banco para obras en Argentina han sido liberados, luego de la gira por los Estados Unidos de Norteamérica (EE. UU.) del ministro de economía de la Nación, doctor Sergio Massa.

Esto hace presumir que las obras no se detendrán, pero el cruce de vías debe ser o bien clausurado provisoriamente, o bien habilitado con todas las precauciones de seguridad que corresponden. El otro problema es el de la violación a la prohibición municipal del tránsito pesado en las calles de Villa Hidalgo. Es obligación de la Dirección de Tránsito de General San Martín garantizar el cumplimiento de las normas que el mismo municipio establece para el traslado en vehículos dentro de los límites del distrito. Vecinos, vecinas e instituciones, esperan una intervención más eficiente.

 

 

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Sin agua corriente de red, abastecidos por camiones cisterna y sin tensión eléctrica suficiente como para iluminar sus casas y utilizar electrodomésticos. Así están las familias residentes en el “fondo”, del barrio de Villa Hidalgo. Esta situación inaceptable se arrastra desde antes de que comenzara la pandemia de Covid-19. Las empresas de servicios públicos involucradas sólo atinan a mencionar planes de obras a futuro, sin fechas precisas de inicio y finalización, en tanto el tiempo pasa, y la gente sufre.

Las calles involucradas son Ingeniero Huergo, Madero, Charlone, Italia, Pedro Seguí, Villalba, El Zorzal, Chubut y Rafael Obligado, cercanas a la ruta Camino del Buen Ayre. Las viviendas y comercios de este sector del barrio, tienen cuentas de clientes con EDENOR S. A., medidores de luz en regla y abonan sus facturas (así lo demuestran las fotocopias que han acercado a nuestra redacción).

Respecto de AYSA, quienes cuentan con conexión a la red domiciliaria carecen de presión suficiente como para llenar sus tanques y según testimonian el agua sale turbia de las canillas. Algunas cuadras directamente carecen de red. Se trata de una zona periférica pero urbanizada. La Municipalidad de General San Martín ha anunciado la próxima inauguración de un “Parque Escuela” en el lugar donde se carece de estos servicios esenciales ¿Con que se abastecerán de luz y agua estas instalaciones públicas? ¿Cómo garantiza el municipio el servicio de alumbrado público?

En el barrio de Villa Hidalgo la empresa AYSA está realizando obras por el Plan “Más Agua-Más Trabajo”. Consiste en utilizar mano de obra intensiva mediante “cooperativas” de personas desocupadas que presenta el municipio y son propuestas por diversas organizaciones sociales y políticas, con presencia territorial en la zona. Para ello se firman convenios empresa-municipio, para cada sector de obra.

De las cuatro obras por “circuitos” previstas para este barrio, las manzanas afectadas pertenecen al circuito 2, que ya debería estar en obra hace meses. La demora al parecer se debe a varias dificultades con la cooperativa asignada originalmente, incluidos retrasos en los pagos. La resultante es que la cooperativa que está trabajando en el circuito 1, deberá luego hacerse cargo del circuito 2.

Respecto de EDENOR S. A. debe agregar “transformadores” de tensión y distribución de energía. Todo de acuerdo al crecimiento de la población y las zonas urbanizadas, donde está obligada a distribuir energía eléctrica en las condiciones que establece el contrato de privatización.

El pasado jueves 1 de setiembre, se realizó una reunión con personas “referentes” de las cuadras más afectadas por ambos problemas (sin luz ni agua suficiente), en la planta transmisora de FM Reconquista. Acudieron el diputado nacional Leonardo Grosso y la concejala Carolina Pedelac (foto), para ofrecer su apoyo con el objetivo de que se aceleren las obras.

A su vez, la Mesa de Entidades de José León Suárez, presentó un pedido de urgente intervención al Intendente Municipal, Fernando Moreira, con la firma de las instituciones que la componen más las de vecinos y vecinas afectadas. El pedido se tramita por el expediente 2022-00223287-MUNISMA-DTMG#JG, que se encuentra en la Secretaría de Obras y Servicios Públicos. Del mismo modo se presentaron notas de reclamo tanto en AYSA como en EDENOR S. A.

Existen mecanismos para acelerar obras (ampliación de convenios, incorporación de más mano de obra, entre otros). Es cuestión de voluntad política.

 

 

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Los vecinos y las vecinas de las calles Ingeniero Huergo y Madero, en “el fondo” del barrio de Villa Hidalgo, casi tocando la ruta Camino del Buen Ayre, no tienen red de agua potable. Allí y en sus alrededores, tampoco hay buen suministro de energía eléctrica, al punto que al anochecer las lámparas “iluminan menos que una vela”, según comentan en el lugar.

Las responsables de resolver esta situación son claramente la Empresa Distribuidora y Comercializadora Norte S. A. (EDENOR) y Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA). La “baja tensión” de luz y la “baja presión” de agua son problemas endémicos en el barrio. Respecto del servicio deficiente de EDENOR, las personas que lo sufren aseguran que reciben y pagan su factura de luz.

Las redes de media y baja tensión se normalizaron a partir del año 1993, a través de un convenio que suscribieron la entonces Sociedad de Fomento “Reconquista” y la empresa, fruto de la privatización un año antes de la estatal Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires (SEGBA).

Se multiplicaron los “transformadores” que distribuyen energía a la red domiciliaria, pero la población siguió creciendo y las fronteras últimas de los barrios se extendieron. Sin inversiones lo que ocurre es que la tensión baja y los transformadores cada tanto estallan, por el mayor consumo.

El caso de la red de agua en la zona se remonta a los años 80´. También por un convenio entre la estatal Obras Sanitarias de la Nación (OSN), a través del Plan Pro Agua para barrios carenciados, con la Junta Vecinal “San Martín de Porres”, antecesora de la Sociedad de Fomento Reconquista. Así se reemplazaron los viejos bombeadores que extraían el líquido de napas contaminadas por las filtraciones del “cinturón ecológico” (CEAMSE).

La obra tuvo dos tramos. El primero abarcó “El Triángulo” y Barrio Magnolia y el segundo se extendió desde la avenida Sarratea, en el límite con el partido de San Isidro, hasta la calle Ingeniero Huergo, al otro lado de las vías del ferrocarril Manuel Belgrano Norte (FCGMB). El resto de la red en la localidad de Eugenio Necochea se realizó mediante la contratación vecinal de empresas privadas sanmartinenses, que realizaron la obra.

Del mismo modo que con la red eléctrica, el crecimiento poblacional y la ampliación del barrio, hicieron necesarias sucesivas obras para mejorar la presión de agua y extender las conexiones domiciliarias. Primero en la época de la empresa privada Aguas Argentinas, durante los años 90´. Más recientemente la Municipalidad de General San Martín (MSM), articulando con la estatal AYSA, a través de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos, comenzó a reparar y mejorar la red de este sector del barrio, mediante cuadrillas organizadas en “cooperativas”.

Las zonas más altas y urbanizadas de Villa Hidalgo o Eugenio Necochea, nombre oficial de la localidad, no escaparon al problema, en el verano reciente. Allí por gestión del municipio AYSA intervino a través de sus contratistas para mejorar la presión.

Pero volvamos a la actualidad de las calles Huergo y Madero, entre El zorzal y el Camino del Buen Ayre. Algunas cuadras hoy deben ser abastecidas de agua potable, por camiones cisternas (Foto). Y en el transcurso de este crudo invierno, estas familias prácticamente han vuelto a las épocas del farol “Sol de Noche” y a la peligrosa calefacción con “braseros” de carbón.

Es urgente que las empresas proveedoras de estos servicios esenciales para la salud y el bienestar de las personas, realicen las inversiones necesarias para una correcta provisión. No son aceptables las excusas y las demoras burocráticas. Se trata de derechos y de calidad de vida, que deben incluir a todos y a todas, a estas alturas del Siglo XXI y a minutos de la ciudad capital de nuestro país, con una gran infraestructura ya establecida, que facilita la solución.

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