EDITORIALES

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Por Eduardo Verón (*) 

En 2008 se creó en Estonia la organización “vamos a hacerlo”, una iniciativa que propone la limpieza de espacios que se encuentran contaminados en los barrios. A la Argentina llegó por medio de John, un hermano colombiano, que observó varios lugares sumamente contaminados con residuos: plazas, playas, ríos, calles y veredas. John se propuso traer a Argentina la idea de jornadas voluntarias de limpieza, desde entonces ya van once años que se realizan limpieza de distintos lugares. Los voluntarios se convocan en determinados puntos, juntan residuos en bolsones y aquellos que se puedan se reciclan.

El tercer sábado de septiembre de cada año se realiza esta jornada de limpieza en 180 países del mundo, Argentina es uno de ellos. Carolina Ramos es una vecina suarense y miembro activa de la organización hace cinco años. Caro, como muchos suarenses, nos preocupa la contaminación por residuos en nuestros barrios. Decenas de organizaciones, cooperativas, cuadrillas, instituciones, barrenderos son los que diariamente realizan actividades de limpieza en Suárez, sin embargo, los residuos emergen constantemente.

En los diálogos tenidos con Caro, con las cooperativas de limpieza, con cuadrillas de saneamiento se llega siempre a la misma cuestión: la necesidad de la concientización sobre el impacto de los residuos en el ambiente y, en consecuencia, en nuestra salud.

A lo largo de los años que llevo investigando la cuestión de los residuos, en los diálogos con los vecinos/as siempre se menciona que la culpa es “de otros” que tiran la basura fuera de los cestos, o que revuelven la basura. No obstante, cada uno de nosotros/as somos responsables: en primer lugar, porque somos generadores de residuos, todos somos generadores; en segundo lugar, porque no siempre separamos nuestros residuos en reciclables y basura; en tercer lugar, porque solemos tener poca o nula empatía con las personas que trabajan día a día en la mitigación del daño ambiental como las cooperativas de limpieza, los cartoneros y recicladores y otras organizaciones ambientalistas.

Los vecinos/as de José León Suárez tenemos un desafío mucho mayor que otros barrios, por concentrarse aquí los residuos de gran parte de la población de la Región Metropolitana de Buenos Aires. Así también, tenemos un gran valor: la conformación de numerosas organizaciones ambientalistas, de recicladores, de cooperativas de limpieza y una idea bastante arraigada en la población de que los residuos no solo son desechos sino también un insumo de trabajo, de reutilización, de producción. Esta mirada de aprovechamiento de los recursos y creación de trabajo a partir de los residuos no es una cuestión tan común en otras comunidades. Los suarenses tenemos en los residuos, así como un gran problema de contaminación, una gran oportunidad para concientizarnos y concientizar a otros sobre la doble cara de los residuos: son un problema pero también son una oportunidad de trabajo si se separan correctamente en origen, si hay políticas de reciclado y si se fortalecen las condiciones de las plantas de reciclaje y las condiciones de los recuperadores.

Nota de la Redacción: Quienes estén interesados en saber más sobre la organización de “Vamos a Hacerlo” pueden buscar el Instagram “Vamos a Hacerlo Argentina” allí hay más información de la organización.

(*) Eduardo Verón: Vecino suarense, licenciado en Ciencia Política y doctorando en Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Actualmente es becario doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), con lugar de trabajo en el Laboratorio de Investigación en Ciencias Humanas y es miembro del Área de Ambiente y Política (EPyG-UNSAM).

 

  

 

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Amancay, la cuadrilla de forestación y jardinería de nuestro barrio.

Por Eduardo Verón (*)

Los 29 de agosto, desde el año 1900, se celebra en Argentina el “Día del Árbol”. La fecha fue establecida por iniciativa del doctor Estanislao Zeballos, jurista, político, escritor, periodista y representante de la generación del 80´, con el objetivo de la toma de conciencia de la importancia de los árboles para el planeta.

Zeballos ya visualizó la importancia de la forestación hace 123 años. Hoy en día la plantación de árboles y el cuidado de los que están resulta fundamental. Los árboles tienen múltiples funciones:

·         Producen oxigeno que permiten la vida.

·         Funcionan como productores de sombra y amortiguadores de las olas de calor.

·         Absorben agua.

·         Son refugio para decenas de aves.

Dada la importancia de su plantación, desde el mes de mayo del año 2023, en José León Suárez trabaja una cuadrilla de forestación y jardinería, su nombre es: Amancay.

Es un grupo de 13 vecinos y vecinas que anteriormente tenían como actividad la limpieza de las calles comerciales de nuestra ciudad. Dado que esa función fue cubierta por barrenderos municipales, el equipo buscó otras tareas a realizar y mediante diálogos con Leo Grosso, vecino suarense y Presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano, de la Cámara de Diputados de la Nación, y con Carolina Pedelac, concejala de General San Martín, encontraron en la forestación una gran tarea a realizar en nuestro territorio.

Los miembros de la cuadrilla recibieron capacitación sobre poda, jardinería, plantación de árboles nativos, características y funciones del arbolado, compostaje, entre otros temas. Adicionalmente, desde el Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires, se les proveyó de materiales para el corte de pasto, la poda y la plantación de árboles.

Luego de la capacitación y con los insumos necesarios, salieron con cartillas con muestras de los arboles por las calles de José León Suárez, para hablar con los vecinos y vecinas y proponerles la plantación en sus veredas o jardines, podar sus árboles, cortar el pasto, etc. Desde entonces, llevan plantados cerca de 60 árboles nativos en la localidad. El servicio brindado por Amancay es gratuito para todo José León Suárez.

Estas iniciativas resultan muy necesarias en un mundo donde la desforestación avanza indiscriminadamente, sobre todo por negocios inmobiliarios para armar countries o bien para el cultivo y la ganadería. En José León Suárez, la urbanización, los pocos espacios verdes y la gran contaminación emanada desde la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) y el Río de la Reconquista, requieren de la forestación para apaciguar los daños ecológicos.

En ese sentido, la cuadrilla Amancay realiza un trabajo fundamental no sólo para beneficio de los humanos por la purificación del aire y la creación de sombras, sino también para las aves, los insectos y otros seres vivos que encuentran en los arboles sus refugios y alimentos. En ese sentido vale aclarar que los miembros de la cuadrilla se formaron y plantan solo especies nativas, ya que las especies exóticas pueden producir desequilibrios ambientales.

Este 29 de agosto, en José León Suárez, tenemos motivos para celebrar el día del árbol: más allá de la creación de la cuadrilla Amancay que está forestando el barrio, también sigue en curso la lucha por la Reserva Ecológica del Río Reconquista, y el 2 de septiembre próximo, a las 10 horas, desde la estación de tren de José León Suárez, se realizará una marcha hasta el predio.

Recordemos y valoricemos la importancia de forestar, en un mundo donde se tala descontroladamente, con una frase del pastor Martin Luther King: “Si supiera que el mundo se acaba mañana, todavía hoy, plantaría un árbol”.

(*) Eduardo Verón es vecino suarense, licenciado en Ciencia Política y doctorando en Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Actualmente es becario doctoral DEL Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), con lugar de trabajo en el Laboratorio de Investigación en Ciencias Humanas y es miembro del Área de Ambiente y Política, de la Escuela de Política y Gobierno (EPyG-UNSAM).

Amancay: Cuadrilla de Forestación y Jardinería, integrante de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Instagram: cuadrilla amancay. Teléfono celular: 1168875915.

Nota de la Redacción: Aconsejamos a lectores y lectoras, investigar sobre la hermosa leyenda de los pueblos originarios de nuestra Patagonia, que relata el nacimiento de la bella Flor de Bariloche: Amancay.

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Por Raúl Bermúdez

La radiodifusión abierta al público, que los anglosajones llamaron broadcasting, cumple el 27 de agosto próximo, 103 años. Reseñemos brevemente la historia:

Enrique Telémaco Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica -conocidos popularmente como “Los Locos de la Azotea”- realizaron, desde el techo del Teatro Coliseo, en la ciudad de Buenos Aires, la primera transmisión de radio en nuestro país y en el mundo. Fue el 27 de agosto de 1920, a las 21 horas.

Hasta ese momento, sólo se habían realizado emisiones experimentales, como la del famoso Ingeniero Marconi, en Inglaterra, dos meses antes, y recién en noviembre del mismo año comenzó la radiofonía comercial en los Estados Unidos de Norteamérica. Nacía un nuevo medio de comunicación que, desde luego, todavía el público desconocía, de allí el mote de “locos” que se les atribuía a los cuatro jóvenes que tiraban cables e instalaban la antena en los techos de un teatro porteño. Los transeúntes se preguntaban: ¿Qué hacen ahí arriba?

Ha transcurrido más de un siglo. Han cambiado las formas de “escucha”. Florecen las apps de radios en los celulares y los podcast -programas grabados que se escuchan en cualquier momento- así como las radios que transmiten on line por Internet. Sin embargo, el problema que hicieron visibles las radios comunitarias surgidas en los años 80´del siglo XX, sigue siendo el mismo: ¿Quién controla las comunicaciones y la información?

El tema no es menor y está directamente relacionado con la posibilidad de existencia de una sociedad verdaderamente democrática. Si la producción de contenidos y su circulación mundial, continúan concentradas en unas pocas empresas multinacionales... Si los tiempos de fake news -noticias falsas- y de “post verdad” dominan las redacciones, equipos de producción y redes sociales... Si los informativos se reducen a “docudramas” que combinan datos de la realidad con creaciones de ficción... Si los lemas dominantes de la profesión periodística siguen siendo “No dejes que la realidad te arruine una buena noticia” y “Si no hay violencia no hay noticia”... Entonces, en lugar de sociedades de solidaridad entre sujetos libres y pensantes, sólo seremos colonias de la global informacion dominance.

Este dominio mundial de la información tiene un único objetivo estratégico: desinformar para dominar. Apelar a las emociones más básicas es su metodología. El control de las redes sociales es crucial para desarrollas sus técnicas de trabajo. Pensemos, por ejemplo, que la empresa “Meta platforms” es dueña de Whatsapp. Facebook e Instagram.

De allí la importancia de que los medios de comunicación locales, pymes, alternativos, comunitarios, cooperativos, educativos, etc., se apropien creativamente de las nuevas tecnologías digitales, en función de los intereses del bien común. Y que el Estado decididamente impulse políticas públicas en comunicación de carácter antimonopólico. Democratizar la comunicación, garantizar las múltiples y diversas “voces” que componen una sociedad pluralista, romper los “cercos” informativos, que invisibilizan lo que los centros de poder económicos financieros no quieren que se vea, es la tarea emancipatoria del siglo XXI. Sin ella no podremos construir una sociedad más justa y solidaria.

 

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RECONQUISTAR LA PALABRA Y LA VOZ

Por Raúl Bermúdez

La antigua ciudad de Buenos Aires, capital del virreinato español del Río de la Plata, había sido invadida por tropas del ejército imperial inglés, en el mes de junio del año 1806. La corona ibérica, en manos de la Casa de los Borbones, había descuidado militarmente la seguridad de este puerto estratégico para el ingreso a toda la cuenca de afluentes del Río de la Plata.

Los ingleses lo sabían, por los informes de sus servicios de “inteligencia”, que operaban tanto en Buenos Aires como en Montevideo. Y tenían plena conciencia de la importancia de esta posición para comerciar sus productos manufacturados y romper el monopolio español en la región.

Pero no pudieron sostenerse en estas tierras más allá del 12 de agosto, cuando milicias populares criollas recuperaron la ciudad. Es conocida la historia del desembarco de Liniers, proveniente de la Banda Oriental, en Tigre. Más precisamente en el puerto de Las Conchas, como también se llamaba entonces al Río de la Reconquista.

En su avance por estas tierras sanmartinenses, se le fueron sumando los gauchos de Juan Martín de Pueyrredón, nucleados en la Chacra Perdriel, en la actual Villa Ballester. Y cuando entró en Buenos Aires, ya contaba con una numerosa “tropa”, de hombres, mujeres, niños y niñas, sin preparación militar, pero con decisión férrea de expulsar al invasor.

La gesta de la Reconquista, fue un hecho militar y político trascendente como hito para la futura guerra por la independencia. Pero lo importante para comprender ambos procesos, es no perder de vista el protagonismo popular que los hizo posibles. El Pueblo como actor central, movilizado, en alianza transitoria con un sector de las “elites ilustradas” porteñas, y en un contexto mundial favorable, por las tensiones y guerras interimperiales europeas, desencadenó el proceso de nuestra primera descolonización, la del Reino de España.

Más de un siglo y medio después, el mismo territorio por donde avanzaron las tropas criollas, hoy está poblado por barrios de José León Suárez, surgidos al calor de la necesidad y de migrancias diversas. Allí, en los años 80´ del siglo XX, una nueva Reconquista se plantea como proyecto, la de la Palabra y la Voz popular. El impulso inicial lo dieron un grupo de catequistas, dirigentes vecinales, docentes, militantes populares y comunitarios.

Soplaban por entonces nuevos vientos en las teorías y práctica de comunicación. El informe Mc Bride “Un solo mundo, voces múltiples” presentado en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), promovía un Nuevo Orden Mundial de la Información y las Comunicaciones (NOMIC). En General San Martín, los Hermanos de La Salle orientaban el Centro de Comunicación Educativa “La Crujía”, un verdadero faro en teoría y práctica de comunicación comunitaria para Argentina y América Latina.

Allí se formaron quienes crearon primero el Centro de Comunicación Popular “Renaciendo”, en los comienzos de la recuperación democrática, en el barrio de Villa Hidalgo. Luego fue la revista artesanal del mismo nombre. Y en 1988 comienza sus transmisiones la FM Reconquista, que en marzo pasado cumplió 35 años de presencia ininterrumpida “en el aire” y además transmite por Internet para todo el mundo.

Esta radio junto con otras pioneras fue fundadora del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) y con la Coalición por una Comunicación Democrática, se sumó al esfuerzo titánico de conseguir una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) sancionada por el Parlamento, en reemplazo del Decreto de la última dictadura de argentina.

Hoy, transitando el siglo XXI, hemos dejado atrás la tecnología analógica, para habitar la era digital. Nuevas tecnologías de la comunicación (TICs) se imponen, pero el desafío es el mismo: Democratizar la palabra y la comunicación. Son tiempos de apps y de “plataformas” que concentran a nivel mundial el negocio de las comunicaciones.

La Palabra es lo que nos define como especie humana, la voz es nuestro primer altoparlante y la comunicación, en todos sus soportes y dispositivos, es un derecho de la condición humana. Ellas no puede estar supeditadas a la tasa de ganancia de los grandes conglomerados mediáticos, que mueven presupuestos superiores a los de muchos Estados nacionales.

Los medios de comunicación comunitarios, PYMES, cooperativos, escolares y universitarios, de pueblos originarios, en soportes gráficos, audiovisuales o digitales en las “redes”, democratizan la comunicación y la información, enfrentando el control social que ejercen los grandes multimedios concentrados. Es la antigua lucha de David contra Goliat, y el pequeño pastor ya agitó la honda y la piedra de la comunicación alternativa está en el aire...

 

Nota de la Redacción: Las iniciativas de comunicación comunitaria en Villa Hidalgo, mencionadas en esta nota, fueron acompañadas desde sus inicios por el Semanario Huella, con notas, entrevistas y publicaciones.

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Producción, uso y descarte, de un material que impacta en el ambiente. Por EDUARDO VERÓN (*)

En el calendario ambiental, el mes de Julio es conocido como “el mes libre de plástico”. Esto es porque en el año 2011, Rebeca Prince Ruiz, desde Australia, promovió la iniciativa “Julio libre de plásticos” consistente en concientizar a la población sobre el daño ambiental que producen los desechos plásticos e incentivar su desuso o disminución. Desde entonces, cada año hay iniciativas en más de 100 países para promover la disminución de este material.

El plástico es un elemento ambientalmente dañino por tres motivos principales:

Por la producción: los plásticos se elaboran con compuestos orgánicos, sintéticos o semisintéticos utilizando buena cantidad de energía y agua. Esta composición y la gran cantidad que se produce por día, repercuten directamente en el consumo de luz y agua.  

Por el uso: los plásticos tienen múltiples funciones: se fabrican juguetes, tuppers, elementos de bazar, entre otros. No obstante, la mayor producción está destinada a envases, que son utilizados por un tiempo corto. Según estadísticas de Greenpeace, cerca del 40% de los plásticos que se producen son para envases.   

Por los desechos: como la mayor cantidad de plásticos son de un solo uso, es decir que se descartan continuamente, el volumen que se arroja a la basura es mucho.

La gran producción de plásticos, el descarte continuo y la composición del material repercute fuertemente en el ambiente. Su degradación tarda cientos de años. Incluso, por sus propiedades, el plástico nunca termina de deshacerse por completo, sino que se degrada en partículas muy pequeñas que se mezclan con la tierra, el agua y el aire. Recientes estudios dan cuenta de la presencia de micro plásticos en los tejidos humanos y esto es porque está presente en el aire que inhalamos, en el agua que tomamos y en otros alimentos que consumimos.  La ingesta de micro plásticos repercute negativamente en nuestra salud.

La cantidad que se desecha es tanta que incluso se formaron, por lo menos siete “islas” que en lugar de tierra tienen como suelo ¡plásticos! Su dimensión es tan grande que la mayor de ellas tiene tres veces la superficie de Francia. Esta concentración de plásticos tiene lugar en distintos lugares de los océanos porque se producen giros de corrientes marinas, que juntan los residuos que hay en el agua y cómo los plásticos son elementos abundantes y que no se degradan fácilmente, esto tiene como consecuencia la formación de verdaderas islas.

Ante este panorama de contaminación, degradación ambiental, daño a los humanos y también a las especies animales que comen plásticos y mueren a causa de su ingesta, surge la importancia de concientizarnos y a partir de esa concientización repensar nuestros consumos.¿Cómo podemos disminuir el plástico que utilizamos? Entre otras recomendaciones, durante este mes se incentiva el uso de botellas reutilizables (para no comprar descartable constantemente), no solicitar bolsas plásticas para las compras sino llevar bolsas reutilizables de tela u otro material con mayor vida útil.

José León Suárez no es ajena a esta problemática, si bien no hay islas, sí hay montículos de residuos donde entre otros materiales se encuentran envases, bolsas y otros elementos de plásticos. Estos montículos se conforman como verdaderas montañas en los predios de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), que también se degradan y esas partículas llegan a las personas que habitan en los alrededores. Reducir, reutilizar y reciclar vuelve a ser una alternativa posible a la contaminación.

(*) Eduardo Verón: Vecino suarense, licenciado en Ciencia Política y doctorando en Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Actualmente es becario doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), con lugar de trabajo en el Laboratorio de Investigación en Ciencias Humanas y es miembro del Área de Ambiente y Política (EPyG-UNSAM).

 

 

 

Acerca de Suárez Ciudad

Misión: Ser un espacio periodistico que exprese la rica y variada vida comunitaria de José León Suárez, nuestra ciudad, superando la habitual mirada sesgada de los medios de comunicación dominantes, que solo consideran a nuestros barrios en la sección "Policiales", desde una perspectiva sensacionalista. Creemos que nuestra comunidad es mucho mas que eso.

www.suarezciudad.com.ar

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