Por Raúl Bermúdez

Conmemoramos el 12 de agosto la Reconquista de Buenos Aires, de manos del ejército imperial inglés que la había invadido 48 días antes. Se trata de una gesta histórica clave en el proceso de formación de nuestra Patria. Un proceso que fue creciendo desde el subsuelo de nuestra tierra para emerger en momentos cruciales a la superficie colonial del virreinato del Río de la Plata.

Corría el año 1806, comenzaba el invierno y los ingleses desembarcaron en Quilmes, para avanzar sobre Buenos Aires. Su flota se había abastecido en el Brasil, y había sido avistada frente a Montevideo. Pero los ingleses sabían por sus espías que ambas plazas (Montevideo y Buenos Aires) no contaban con grandes defensas militares. De modo que les fue relativamente fácil entrar en la capital del Virreynato, por entonces el mayor puerto comercial de la región.

¿Por qué se produce la invasión? Inglaterra estaba en plena Revolución Industrial y necesitaba colocar sus productos manufacturados. Por eso el general invasor Whilliam Carr Beresford, inmediatamente decreta el libre comercio y la reducción de aranceles. Es decir abre el ingreso de los productos ingleses al Río de la Plata. Esta medida entusiasma a un sector de comerciantes que se enriquecían con el contrabando. De este modo legalizaban sus actividades y podían seguir haciendo fortuna importando productos, cosa que desde luego afectaba a las incipientes industrias criollas de las provincias del virreynato.

Además los ingleses estaban al tanto de que había un importante tesoro proveniente de Potosí listo para embarcarse a España, del cual  en un primer momento no pudieron apoderarse porque el virrey Sobremonte se lo llevó consigo hacia Luján. Luego lo entregó y se fue a Córdoba, donde estableció la capital provisoria del Virreynato. Con esta huida perdió autoridad ante el pueblo, al no ponerse al frente de la resistencia.

La Reconquista de Buenos Aires fue entonces comandada por el capitán de fragata Santiago de Liniers, nacido francés al servicio de la corona española. Tengamos en cuenta que en ese año circunstancialmente España y el gobierno de la Revolución francesa estaban aliados en contra de Inglaterra, enfrentados por el dominio de Europa y de las colonias.

Liniers logró reunir un ejército en Montevideo y aprovechando una “sudestada”, ingresó sin ser visto a través de la niebla por el puerto que había en el actual Río de la Reconquista, a la altura de Tigre (donde hoy hay un museo). En su avance hacia Buenos Aires, sus tropas se fueron engrosando con las milicias gauchas que reunía Juan Martín de Pueyrredón, por estos pagos de General San Martín y alrededores, con epicentro en su chacra de Villa Ballester. Allí se produjo el primer combate en que las fuerzas de Pueyrredón son derrotadas en la “Batalla de Perdriel”.

Pero luego reunidas con los refuerzos de Liniers, logran entrar en Buenos Aires a la altura de los corrales de Miserere, hoy Plaza Once, y avanzaron sobre Retiro, la Plaza de Mayo y el fuerte que era la casa de gobierno. Recibieron el apoyo de la población organizada por el alcalde don Martín de Álzaga y podríamos decir que Buenos Aires se levantó en armas, de cualquier tipo, fueran piedras, cuchillos, armas de fuego. Según el testimonio de Liniers, se sumaban al combate hombres mujeres, niños y ancianos. Algo similar va a ocurrir un año después, durante la defensa de la ciudad en la segunda invasión inglesa.

La historia es conocida. El general Beresford se rinde ante Liniers. Pero lo importante es que esta lucha heroica fue llevada adelante por el Pueblo como protagonista, lo que constituye un antecedente de los acontecimientos que vendrán cuatro años después, con la Revolución de Mayo.

En memoria de estos episodios el río que tenemos tan cerca se llama de la Reconquista. También hace 37 años, con un grupo de vecinos y vecinas del barrio de Villa Hidalgo, en José León Suárez, en la capilla Nuestra Señora de Luján organizamos el Centro de Comunicación Popular “Renaciendo”. Desde allí producíamos la revista del mismo nombre, cartillas educativas, audiovisuales y cine barrial, teatro callejero referido a las grandes devociones de la “religiosidad popular”, entre otras actividades culturales. Unos años después, en 1988, fundamos la radio comunitaria que hasta el día de hoy se llama “FM Reconquista”. Soñábamos entonces con renacer y reconquistar  la palabra y la voz para el Pueblo, después de los oscuros años de la última dictadura cívico-militar. Contábamos con la valiosa ayuda del Centro de Comunicación “La Crujía”, de la congregación de los Hermanos de La Salle, ubicado en Billinghurst.

Mucha agua ha corrido por nuestro contaminado río. Adentrado el nuevo siglo, caminamos junto a las organizaciones territoriales del Área Geográfica Reconquista (AGR) por las sendas de la comunicación y la educación popular, incorporando creativamente las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs).

En el siglo diecinueve huestes populares  avanzaron desde lo que hoy son nuestros barrios, para Reconquistar Buenos Aires, usurpada por el imperio inglés. En el siglo veintiuno, vecinos y vecinas, en medio de la pandemia de Covid-19, atienden comedores, merenderos, jardines infantiles, capillas, bibliotecas, producen programas de radio, mantienen vivas las comunidades educativas escolares o de talleres de capacitación popular. También caminan calles y pasillos, visitan hogares, asentamientos y cárceles, atendiendo necesidades, previniendo enfermedades de todo tipo, rezando, remediando, rescatando, acompañando, formando, organizando, celebrando y compartiendo.

Hay un hilo conductor entre ambos procesos: La construcción de la comunidad organizada y la concreción de una auténtica justicia social liberadora, siguen siendo nuestros objetivos estratégicos. Desde nuestra “Patria chica” –tierra de migraciones, de mestizajes y encuentros culturales- seguimos trabajando en la construcción de la Gran Patria Latinoamericana   y Caribeña, continuando la lucha de las mujeres y los hombres que en nuestra historia común, enfrentaron a los sucesivos imperios y centros de poder mundial, que siempre intentan mantenernos como una Colonia.

La Patria se construye, se crea, se recrea y se reconquista a diario. En eso andamos.