CALLES DE VILLA HIDALGO SIN LUZ Y SIN AGUA ¿SIGLO XXI?

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Los vecinos y las vecinas de las calles Ingeniero Huergo y Madero, en “el fondo” del barrio de Villa Hidalgo, casi tocando la ruta Camino del Buen Ayre, no tienen red de agua potable. Allí y en sus alrededores, tampoco hay buen suministro de energía eléctrica, al punto que al anochecer las lámparas “iluminan menos que una vela”, según comentan en el lugar.

Las responsables de resolver esta situación son claramente la Empresa Distribuidora y Comercializadora Norte S. A. (EDENOR) y Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA). La “baja tensión” de luz y la “baja presión” de agua son problemas endémicos en el barrio. Respecto del servicio deficiente de EDENOR, las personas que lo sufren aseguran que reciben y pagan su factura de luz.

Las redes de media y baja tensión se normalizaron a partir del año 1993, a través de un convenio que suscribieron la entonces Sociedad de Fomento “Reconquista” y la empresa, fruto de la privatización un año antes de la estatal Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires (SEGBA).

Se multiplicaron los “transformadores” que distribuyen energía a la red domiciliaria, pero la población siguió creciendo y las fronteras últimas de los barrios se extendieron. Sin inversiones lo que ocurre es que la tensión baja y los transformadores cada tanto estallan, por el mayor consumo.

El caso de la red de agua en la zona se remonta a los años 80´. También por un convenio entre la estatal Obras Sanitarias de la Nación (OSN), a través del Plan Pro Agua para barrios carenciados, con la Junta Vecinal “San Martín de Porres”, antecesora de la Sociedad de Fomento Reconquista. Así se reemplazaron los viejos bombeadores que extraían el líquido de napas contaminadas por las filtraciones del “cinturón ecológico” (CEAMSE).

La obra tuvo dos tramos. El primero abarcó “El Triángulo” y Barrio Magnolia y el segundo se extendió desde la avenida Sarratea, en el límite con el partido de San Isidro, hasta la calle Ingeniero Huergo, al otro lado de las vías del ferrocarril Manuel Belgrano Norte (FCGMB). El resto de la red en la localidad de Eugenio Necochea se realizó mediante la contratación vecinal de empresas privadas sanmartinenses, que realizaron la obra.

Del mismo modo que con la red eléctrica, el crecimiento poblacional y la ampliación del barrio, hicieron necesarias sucesivas obras para mejorar la presión de agua y extender las conexiones domiciliarias. Primero en la época de la empresa privada Aguas Argentinas, durante los años 90´. Más recientemente la Municipalidad de General San Martín (MSM), articulando con la estatal AYSA, a través de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos, comenzó a reparar y mejorar la red de este sector del barrio, mediante cuadrillas organizadas en “cooperativas”.

Las zonas más altas y urbanizadas de Villa Hidalgo o Eugenio Necochea, nombre oficial de la localidad, no escaparon al problema, en el verano reciente. Allí por gestión del municipio AYSA intervino a través de sus contratistas para mejorar la presión.

Pero volvamos a la actualidad de las calles Huergo y Madero, entre El zorzal y el Camino del Buen Ayre. Algunas cuadras hoy deben ser abastecidas de agua potable, por camiones cisternas (Foto). Y en el transcurso de este crudo invierno, estas familias prácticamente han vuelto a las épocas del farol “Sol de Noche” y a la peligrosa calefacción con “braseros” de carbón.

Es urgente que las empresas proveedoras de estos servicios esenciales para la salud y el bienestar de las personas, realicen las inversiones necesarias para una correcta provisión. No son aceptables las excusas y las demoras burocráticas. Se trata de derechos y de calidad de vida, que deben incluir a todos y a todas, a estas alturas del Siglo XXI y a minutos de la ciudad capital de nuestro país, con una gran infraestructura ya establecida, que facilita la solución.