En el reciente mes de julio se inauguraron las últimas reformas edilicias en el jardín ubicado en Avenida Central Nº 8156 (en la foto el intendente municipal, Gabriel Katopodis y el presidente del HCD, Diego Perrella) que ahora cuenta en la planta baja con un salón de usos múltiples (SUM), tres aulas, cocina y despensa, dos patios de juegos, baños -uno para personas con discapacidad-, una oficina administrativa y otra de dirección.
La planta alta, conectada por dos escaleras -una de acceso interior y otra exterior-, también cuenta con un SUM, tres aulas, una oficina del Programa Crecer Bien y baños.
Asimismo, el edificio posee la instalación eléctrica, de gas y de agua a nuevo; y se equipó con mobiliario, y material de juego y estímulo pensado especialmente para cada edad.
El Centro de Cuidado Infantil Tren Blanco, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social municipal, acompaña a las familias en situación de vulnerabilidad social en el cuidado de los niños. Allí, los chicos reciben alimentación diaria con los requerimientos nutricionales propios para la edad –desayuno, almuerzo, merienda y cena, según el turno-, controles de salud, odontológicos y del plan de vacunación.
Además, durante los dos turnos -mañana y tarde/noche- lxs niñxs realizan juegos y actividades recreativas, artísticas y educativas que promueven su desarrollo; y todos lxs chicxs de 4 y 5 años concurren a clases de natación. Un equipo de profesionales del Programa Crecer Bien acompaña y realiza un seguimiento integral de las familias, atendiendo problemas de salud, educación, vivienda y vínculo familiar.
Pero recordemos el origen del jardín y de su nombre: El “Tren Blanco” fue una formación de trenes destinada únicamente a trasladar a cartonerxs, hacia la estación Retiro y de vuelta (con su carga) a José León Suárez (lo mismo ocurría entre otras terminales de ferrocarriles metropolitanos). Funcionó a partir de la crisis desatada en el año 2001 y hasta el 2007, cuando se clausuró el servicio después de varios incendios ocurridos con la carga de papel y cartón, y en trenes que eran verdaderas jaulas de encierro, con ventanas selladas con barrotes de hierro, por seguridad, ya que a falta de asientos se usaban como tales, pero que terminaron siendo una trampa mortal en caso de fuego o accidentes.
En algún momento, la Cámara de Comercio, Industria y Profesionales de José León Suárez, tuvo la iniciativa de habilitar un playón de carga y descarga separado del andén de pasajeros, un poco más allá de la estación, en sentido norte, pero el entonces vigente contrato de privatización de ferrocarriles no permitía la instalación de nuevas paradas, fueran de pasajeros o de carga y descarga.
Finalmente el sistema fue reemplazado por camiones semiacoplados del gobierno de la ciudad de Buenos Aires y otros municipios, que en algunos casos todavía funciona.
Como el servicio era nocturno, un jardín para niñxs surgido en el barrio La Cárcova, como iniciativa comunitaria durante el año 2000, empezó a funcionar entre vespertino y nocturno, para que lxs catonerxs pudieran dejar sus hijxs, al cuidado de voluntarias, mientras trabajaban. La iniciativa fue autogestionada primero y luego asumida por el municipio y con el tiempo se lo llamó “Tren Blanco”, en alusión a su origen vinculado a aquella formación especial de ferrocarril, símbolo de la crisis social que explotó en 2001 en Argentina y que conviene no olvidar.