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Por Raúl Bermúdez 

Una mujer para mí desconocida, firme, decidida, nos enseñó como luchar, como organizarnos”, así define Nora Rodríguez, una de las militantes históricas del barrio 8 de mayo, a Lorena Pastoriza, la lideresa indiscutida de la Cooperativa de Reciclaje “Bella Flor”, el Centro Vecinal “8 de mayo” y el comedor “Juanito Laguna”, entre otras creaciones comunitarias. Todas situadas en el Área Geográfica Reconquista (AGR) de José León Suárez, en el partido de General San Martín.

Lorena Pastoriza, el jueves 5 de septiembre, se convirtió en una presencia eterna, para un territorio surgido de la lucha por la justicia social. Luego de sufrir con entereza una larga enfermedad, joven, lúcida, solidaria hasta el fin, murió dejando un legado de compromiso de vida.

La basura enfrente, la basura bajo nuestros pies. Sólo quedaba vivir de la basura”, así definía Lorena ante los micrófonos de FM Reconquista, la realidad que enfrentaban familias desplazadas y sin vivienda, allá por el año 1998. Se acercaba la implosión del sistema neoliberal y colonial del menemismo, con la ficticia dolarización llamada “convertibilidad” (Un peso, un dólar).

Todo se vino abajo en el año 2001, comienzos trágicos de nuevos siglo y milenio, quedando a la vista de quien quisiera ver, la desocupación, la pobreza y la miseria. Se hacía pedazos el espejismo social y politico de una década, sostenido por una deuda externa impagable.

Arrojadas a las márgenes del Río de la Reconquista, sin techo y sin trabajo, las familias fundadoras, el 8 de mayo de 1998, avanzaron sobre el basural ubicado al fondo del Barrio Libertador y corrieron la “frontera” hacia el Camino del Buen Ayre. La basura, el descarte, se transformó en materia de trabajo. Así, en unos años, nacería una empresa recicladora comunitaria.

El centro comunitario primero fue una casillita de madera que se llenaba de gente, de ganas de progresar, de amor, de esperanza” -relata Nora- “Lorena fue como una referente que brotó de la tierra, que nos guiaba. La organización me cambió la vida. Pasé de no entender nada a saber mucho”.

Los años 2000 y 2001, golpearon fuerte a la clase trabajadora, más aún a las familias más pobres. Contaba Lorena: “Ya no podíamos vender ni plantitas en la calle. Eso nos llevó a cruzar la ruta y buscar comida en la CEAMSE (*) que cuidaba SU basura. La policía no nos dejaba entrar al predio. Hubo mucha violencia. El camino fue largo y tedioso, pero salimos fortalecidos y surgió un proyecto de organización comunitaria.

Cuando desapareció Diego Duarte (**), tapado bajo la basura, fue como un shock”, relata Nora. Hoy hay nueve plantas de reciclado en la CEAMSE. La cooperativa “Bella Flor”, además de organizar y autogestionar el trabajo apoyó iniciativas culturales y educativas, como la creación de la Biblioteca “Juan Gelman”, en la unidad penitenciaria (UP Nº 48) de José León Suárez. Envió los primeros libros y la tesina de Waldemar Cubilla, recibido de sociólogo en la cárcel, fue sobre el valor del trabajo analizando la experiencia de la Bella Flor. Luego Waldemar, ya en libertad, crearía la Biblioteca Popular Cárcova, en su barrio.

Los sueños fundacionales fueron: un comedor, un centro comunitario, un jardín infantil, una cooperativa de trabajo, un barrio organizado. Lorena como una capitana, convoca, entusiasma, reúne, acompaña.

En la casilla del 8 de mayo, donde ardían los fuegos para calentar las ollas del comedor, encontré un nuevo sentido para mi vida”, dice Andrea Biscione, vicedirectora de la Escuela Secundaria Técnica de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). “Lorena era una muchacha sumamente emprendedora, decidida, firme, con una polenta extraordinaria y una energía que contagiaba. Se acercó a la Asociación de Mujeres La Colmena para que la ayudáramos a construir un jardín infantil.” Así la recuerda Margarita Palacio, desde el Jardín de Infantes Comunitario Nº 1 del distrito Escolar San Martín “La Colmenita”.

Durante el velatorio realizado en el Centro Vecinal “8 de mayo”, la noche del 5 de septiembre, nos encontramos mujeres y hombres de la militancia social, cultural, gremial y política, para homenajear a nuestra compañera. Así nos reunimos integrantes de empresas recuperadas, cooperativas, medios de comunicación comunitarios, capillas, jardines, escuelas, universidad, comedores y bibliotecas populares, agrupaciones políticas, en un abrazo fortalecedor en la tristeza.

Antes de volver a casa, Érika Amarilla, una entrañable compañera “del 8”, me dijo: “Lore nos enseñó a creer en los demás”. Esa fe es la base moral que permite hacer que la organización venza al tiempo. Este es el desafío que ahora tiene por delante la comunidad del 8 de mayo.

 

Nota de la Redacción: Los testimonios de esta nota pertenecen a un informe radiofónico realizado por el periodista Leo Vázquez para FM Reconquista. (*) CEAMSE: Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado. (**) Diego Duarte el 15 de marzo de 2004, con 15 años, fue a la CEAMSE con su hermano Federico, buscando algo de valor entre los desechos. Un policía ordenó a un camión volcador taparlo con basura. Su cuerpo nunca apareció y nadie ha sido imputado por el Poder Judicial. Su hermana Alicia recuerda que fue Lorena Pastoriza quien la acompañó y alentó para la creación del Centro Cultural que lleva el nombre de Diego.

 

 

 

 

 

 

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Por Cinthia Nikolov (*)

Cada cuatro años disfrutamos y sufrimos de los logros de los y las deportistas de nuestro país que participan en un juego olímpico o un campeonato mundial ¿Cuál fue el camino que transitaron para llegar a la elite del deporte mundial? en muchos casos no lo conocemos, pero sí sabemos donde se iniciaron, y ello es en un CLUB DE BARRIO, porque esa es la estructura en la que se cimienta el deporte en nuestro país.

Cada cuatro años también, vaya paradoja, se elije Presidente en nuestro país, y ahí entramos en el péndulo de políticas deportivas erráticas que dependen del humor del gobernante de turno. Y ahí estamos nosotros los clubes sosteniendo las actividades de nuestros chicos y chicas.

Este año no fue la excepción , y así estamos sometidos a un tarifazo que pone en jaque a las instituciones, con números inmanejables, ademas de una insensibilidad indescriptible. Lo único que queda claro es que no les importa NADA nuestro destino. Eso sí, se sacan fotos con deportistas y sus medallas para sus redes sociales, festejando esos logros.

Este es el caso del Club Deportivo San Andrés (CDSA), como varios clubes de General San Martín, sacudidos con un aumento de las tarifas, que llevo a que este mes debemos abonar $ 3.200.000 de gas, un 100% respecto del mes anterior. Ahora bien, no sólo hacemos malabares para lograr su pago sino que es nuestro compromiso seguir brindando las actividades y la calidad de la oferta deportiva.

Mientras hacemos este enorme esfuerzo para sostener nuestras instituciones, que en el caso de nuestro club ya cumplió los 97 años, desde el poder político promocionan soluciones como las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) para nuestro financiamiento. Pero lo cierto es que en el caso de los clubes de barrio, que no tenemos deporte profesional, nuestro único capital son las tierras en donde están asentadas las instituciones. Y vendrán por eso, por la especulación inmobiliaria.

Nosotros no sólo brindamos una enorme oferta deportiva: basquet, vóley, hándbol masculinos y femeninos, patín, gimnasio de musculación, tenis, natación, etc. También realizamos actividades culturales y recreativas, prestamos las instalaciones a escuelas publicas de la zona para la actividad deportiva escolar, y somos el lugar de contención de miles de niños, niñas y jóvenes que día a día sienten al club como su casa.

Esperamos que la difusión de la problemática, haga tomar conciencia de la importancia que nuestras instituciones tienen en el entramado social de la comunidad, alejando a las chicas y chicos de los consumos problemáticos, de la dependencia de la tecnología, generando vínculos de amistad para toda la vida, de la practica deportiva como herramienta de inclusión con beneficio para la salud física y mental.

Acá nos encontraran a los y las dirigentes del deporte dando lucha para no sólo sostener nuestras instituciones , sino para verlas crecer, y cuidar de esa forma el legado y los anhelos de los fundadores que -como en nuestro caso con casi 100 años de vida- soñaron con su club.

(*) Cinthia Nikolov: Abogada. Presidenta del Club Deportivo San Andrés.

Nota de la Redacción: Para mejor dimensionar la escalada de aumentos descontrolados en las facturas de servicios esenciales, transcribimos algunos ejemplos aportados por el CDSA. EDENOR: marzo $ 410.696,08 - abril $ 1.008545,37 - mayo $ 1.315.661,85 - Julio $ 1.259.507 / NATURGY: mayo: $ 561.927 - Junio $ 970.523 - agosto $ 1.640.913 - septiembre $ 3.243.103

 

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Por Raúl Bermúdez

Ernesto de la Cárcova (Ciudad de Buenos Aires, 1866 – 1927) pintó en óleo sobre tela su obra “Sin pan y sin trabajo”, entre 1893 y 1894. En ella podemos observar a un desocupado, con sus herramientas de trabajo sobre una mesa vacía de alimentos, y su esposa amamantando un bebé. El hombre mira a través de la ventana como la policía reprime una manifestación obrera y cierra su puño izquierdo con crispación.

Transcurría la presidencia de Luis Sáenz Peña, fruto de las elecciones de 1892 -con voto cantado y el radicalismo proscripto- en medio de una crisis económica y social profunda que llevaba varios años. En 1890 se había producido la “Revolución del Parque”, un alzamiento cívico militar de la Unión Cívica, que fracasó militarmente pero políticamente forzó la renuncia del entonces presidente Miguel Juárez Celman.

En 1893 -año de inicio de la pintura de Ernesto de la Cárcova- se produjeron las revoluciones armadas radicales dirigidas, entre otros, por Hipólito Yrigoyen y Leandro N. Além, en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Tucumán y Corrientes. Estas también fueron derrotadas, pero en 1895, el presidente Luis Sáenz Peña, se ve forzado a renunciar sin haber concluido su mandato.

Su hijo Roque Sáenz Peña, también luego Presidente de la Nación, fue quien promulgó la ley que proclama el voto secreto, universal y obligatorio (sólo para los varones). Así fue que en 1916 y en el contexto geopolítico de la Primera Guerra Mundial, llega a la Presidencia Hipólito Yrigoyen, líder de la Unión Cívica Radical (UCR), la expresión política nacional y popular de la época.

El artista plasma sobre la tela, entre luces y sombras, la realidad de una Argentina oligárquica, donde la cuestión obrera adquiría cada vez más importancia. En los comienzos del siglo XX crecen las organizaciones sindicales anarquistas, socialistas y comunistas, orientadas sobre todo por inmigrantes europeos, hasta explotar en 1945 como el “subsuelo de la Patria sublevado”, según la conocida definición de Raúl Scalabrini Ortiz, referida al “17 de octubre” y el nacimiento mítico del peronismo.

En el Área Geográfica Reconquista (AGR) de José León Suárez, contamos con una calle y un barrio popular que llevan el nombre de Ernesto de la Cárcova, aunque tal vez la mayoría de las personas que lo habitan desconozcan esta historia. Pero la situación actual se asemeja a aquella retratada por el artista: “Sin pan y sin trabajo”.

Desde 1982, en los tiempos de la última dictadura cívico militar de Argentina, el movimiento obrero participa de la devoción popular a San Cayetano, con la consigna “Pan, Paz y Trabajo”, a la que este año se le agregaron las otras dos “T” del Papa Francisco: Techo y Tierra.

El 2024 es un año en que se está agudizando la fragmentación de la clase trabajadora, que abarca: trabajo registrado estatal y privado, no registrado informal y generalmente discontinuo o esporádico (las famosas “changas”), la economía popular organizada urbana y rural, cooperativas y empresas recuperadas, aumento de la desocupación, personas jubiladas por debajo de la línea de pobreza. Y también, ramas de la producción o servicios con salarios y jubilaciones que vuelven a aportar el Impuesto a las “Ganancias”.

Esta diversidad se expresa en las variadas organizaciones convocantes de la marcha que el miércoles 7 de agosto -festividad de San Cayetano- unió el santuario de Liniers con la Plaza de Mayo. Una multitud marchó por la avenida Rivadavia, atravesando la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), de oeste a este. Allí confluyeron la Confederación General del Trabajo (CGT), las dos Centrales de Trabajadores/as de Argentina (CTAs Autónoma y de los Trabajadores/as), la Unión de Trabajadores/as de la Economía Popular (UTEP), y se sumaron a la convocatoria movimientos sociales y de derechos humanos.

Un santuario es un punto de encuentro del Pueblo con su Fe. Después del de Luján el del barrio de Liniers es tal vez el que reúne más gente. Allí por la mañana temprano el Obispo “villero”, (Auxiliar y Vicario General de la Arquidiócesis de Buenos Aires) Gustavo Carrara, bendijo las herramientas de trabajo, en la esquina de la avenida Rivadavia y la calle Cuzco, a pocos metros donde la interminable fila de fieles ingresaba lentamente al templo, que abrió sus puertas en la medianoche anterior.

Luego se inició la marcha hasta otro santuario pero de carácter político, allí donde el Pueblo se expresa desde que éramos un colonia española: La Plaza de Mayo, rodeada de todas las expresiones del poder como la Casa Rosada y el Cabildo (que fueran el “Fuerte” militar y la sede del Virrey en los tiempos de la Colonia), la Catedral Metropolitana y la sede del gobierno porteño. También el Ministerio de Economía y el Banco Nación, ambos fundados en el siglo XIX, en una Argentina que iba organizando su economía como un país agro exportador, centrado en su “pampa húmeda”, insertándose en la división internacional del trabajo, en una nueva forma de “dependencia”. Está claro que es el lugar dónde el Pueblo debe materializarse en multitud y hacer oír su voz cuando es preciso.

La religiosidad popular es una expresión de fe profunda y de la cultura popular que necesariamente se cruza con la realidad social y económica. Por eso no es extraño que la devoción al “Patrono del Pan y del Trabajo”, reúna ambas dimensiones. Así lo vivieron Cayetano de Thiene (el santo) un abogado y sacerdote italiano, que se decidió a vivir “en opción por los pobres”, diríamos en lenguaje actual. Tanto como aquella mujer increíble, que difundió su culto en Argentina, y que se conoce como “Mamá Antula”, pero esa es otra historia.

 

 

 

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Por Raúl Bermúdez

 

El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) informó que más de 24,9 millones de personas son pobres en la Argentina. El trabajo registra que en el primer trimestre del año, el 55,5% de la población de argentina no llegó a cubrir sus necesidades básicas. La indigencia, en tanto, llegó al 17,5% en el mismo período.

El Arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, en el Te Deum (A Ti, Dios) de “Acción de gracias”, durante la celebración del Día de la Independencia, realizado la semana pasada en la Catedral Metropolitana, frente al Presidente de la Nación señaló que “a muchos les falta el termómetro social”, para saber lo que viven los argentinos y las argentinas de a pie.

En los días previos, seis personas murieron de frío en las calles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). A su vez, el Ministerio de Capital Humano de la Nación, insiste en mantener la interrupción de la entrega a los comedores infantiles que tiene registrados, de la comida que fuera adquirida con ese fin por el Estado, durante la administración anterior. Esto a pesar de las resoluciones judiciales de juzgados de “primera instancia” y de la Cámara de Apelaciones. También insiste en recurrir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para no entregar las toneladas de comida y las decenas de miles de frazadas, almacenadas en los galpones del ministerio.

Sólo se liberaron, frente a las decisiones judiciales, cajas de leche en polvo próximas a vencer, a través de la fundación “CONIN”. Esta operación resultó un fracaso dada la impericia de la institución elegida para la distribución, la poca logística y la entrega sin ningún control, que derivó incluso en reventas por internet de la mercadería, hecho que investiga la Fiscalía Nº 6 de la Primera Circunscripción Judicial de la provincia de Mendoza.

Sumemos a esto la desprotección de las personas electrodependientes, respecto de los cortes de luz y los aumentos de tarifas y la suspensión de entrega de medicamentos oncológicos. En el mes de abril la asociación civil “Unidos por el cáncer” denunció ante la Cámara de Diputados de la Nación que -desde el mes de diciembre de 2023- seis personas murieron por falta de entrega de medicamentos, y se multiplican los recursos de amparo en los tribunales.

Ante tanta criminalidad estatal, es alarmante la inacción, el letargo, la incapacidad de reacción de la mayoría de la dirigencia política. Todo queda en mensajes breves por las redes sociales, que luego se desmienten en los hechos y en las votaciones parlamentarias. Todo se reduce a negociaciones toma y daca”, de corto alcance y nulo patriotismo. Hace tiempo que de los partidos políticos sólo quedan sellos de goma. Tenemos apenas formaciones electorales de ocasión sin sustento programático y mucha de nuestra “dirigencia” no dirige a nadie.

Desde luego que no se trata de volver a la vieja partidocracia y su sistema de "aparatos" y "punteros". Se trata de reconstruir el movimiento nacional y popular de abajo hacia arriba. De visualizar qué "ramas" de organización y qué "frentes de masas", desde los cuales militar y construir comunidad organizada, se corresponden con la realidad del siglo XXI.

Este verdadero apagón político nos ha conducido a lo que el Presidente de la Nación llama “anarcocapitalismo”, es decir, el desorden (anarquía) donde impera la ley de la selva, por la cual los más fuertes controlan y oprimen a los más débiles.

Soy un topo que vino a destruir al Estado desde adentro”, se autodefine el Presidente. En realidad estamos ante una nueva vuelta de tuerca de “neoliberalismo”, que practica un Estado mínimo en lo social, pero cooptado -en función de sus intereses- por las grandes corporaciones económicas, pero sobre todo financieras trasnacionales. Distingamos brevemente: cuando hablamos de capital económico, nos referimos a “trabajo acumulado” (propio o ajeno) vinculado a la producción, circulación y consumo, de bienes y servicios “reales”. En cambio lo financiero tiene como “bien de transacción” al dinero mismo, en todas sus variantes.

En lo teórico el neoliberalismo predica la no intervención del Estado en “los mercados”, en la práctica interviene siempre a favor de los dueños de los mercados concentrados, más ligados a la especulación que a la producción, en una economía neocolonial.

Ya que mencionamos a la Iglesia y su doctrina social, más allá de las definiciones al respecto del Papa Francisco, más recientes y conocidas, adquiere actualidad lo escrito por el entonces Papa Juan Pablo II, en el año 1999, ante los albores del Siglo XXI, en su Exhortación Apostólica Ecclesia in America (sobre la vida de la Iglesia en América), en el punto 56 bajo el título de “Pecados sociales que claman al Cielo”. En ese texto, con claridad de mediodía definió: "Cada vez más impera un sistema conocido como «neoliberalismo»; sistema que haciendo referencia a una concepción economicista de la persona humana, considera las ganancias y las leyes del mercado como parámetros absolutos en detrimento de la dignidad y del respeto de las personas y los pueblos. Dicho sistema se ha convertido, a veces, en una justificación ideológica de algunas actitudes y modos de obrar en el campo social y político, que causan la marginación de los más débiles. De hecho, los pobres son cada vez más numerosos, víctimas de determinadas políticas y de estructuras frecuentemente injustas".

Ya no somos colonia de ningún Estado imperial, lo somos de las corporaciones financieras sin Patria. Ya millones de personas, pueden gozar en nuestra tierra de la “libertad” de morirse de hambre o de frío, y de ser pobres aunque trabajen duro ¡Viva la ¿libertad? Carajo!

 

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Por Raúl Bermúdez

 

Víctor Pizarro nos dejó físicamente a principios de este mes, luego de una vida dedicada a su barrio: Villa General Eugenio Necochea, situado en el límite de José León Suárez con Boulogne Sur Mer, es decir la frontera entre los partidos de General San Martín y San Isidro.

Nos conocimos en la década de los años 80´, del siglo pasado, en el trabajo conjunto de asistencia a las familias del barrio durante las inundaciones por el desborde del Río de la Reconquista. “Kuki” era el referente de la Brigada de Defensa Civil que lleva el nombre del barrio y yo coordinaba el centro comunitario y capilla Nuestra Señora de Luján, al interior de la “Villa Hidalgo”.

Allí constituimos un consejo barrial de emergencia al que Kuki le gustaba llamar “el Ayuntamiento”, del que participaron todas las organizaciones del barrio de aquel entonces, de todo tipo: vecinales, religiosas, sociales, políticas, y de todos los colores. Generalmente identificamos ayuntamiento con municipio, pero si nos remontamos al origen del significado del término, proviene del verbo transitivo -hoy en desuso- ayuntar, es decir, juntar.

Junto a su inseparable amigo y vecino, Carlos López, impulsaron la creación de la “Comisión pro Centro Asistencial, Guardería Infantil y Taller Escuela Eugenio Necochea”.

Con esta sigla se resumía -en el lenguaje de la época- tres preocupaciones: el cuidado de las niñeces, la salud popular y la enseñanza de oficios para la juventud.

Así empezó una obra que hoy se proyecta con múltiples ramificaciones. Junto a un grupo de personas comprometidas, ocuparon los terrenos baldíos ubicados en la esquina de Emilio Mitre y Rafael Obligado, propiedad del Municipio de General San Martín, y con obstinación, perseverancia y poniendo el cuerpo, comenzaron a construir lo que luego sería, entre otras instituciones, el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) Nº 17.

Allí se asentó una sede del Programa Jóvenes Protagonistas, de la Subsecretaría de Participación Comunitaria, del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Hoy funciona un Centro de Encuentro Juvenil municipal (CEC).

También se organizó la Defensa Civil, con sus brigadas juvenil e infantil, que cruzó las fronteras del barrio. Estas brigadas hicieron viajes de trabajo solidario a las provincias de Salta, Formosa, Corrientes, Misiones, Santiago del Estero, Entre Ríos, la República de Bolivia.

Carlos López recuerda aquellos viajes -algunos en su camión de repartidor de bebidas- para pintar escuelas, llevar ropa, útiles escolares, mobiliario y todo lo que fuera útil y se consiguiera para zonas rurales pobres y barrios populares. Verdaderos “Licenciados en mangazo”, según la definición de Kuki.

Ante la hiperinflación de fines de los 80´y principios de los 90’ surge otra iniciativa, el Comedor Infantil “Patoruzito”. “Al principio las señoras del barrio que colaboraban salían a juntar leña para cocinar y a mangar por los negocios mercadería”, según cuenta Kuki en una entrevista periodística. A todo esto realizado por vecinos y vecinas, en estos terrenos abandonados por las gestiones municipales de entonces, hay que sumarle con el correr del tiempo: la “placita”, las colonias infantiles de verano, la “Unidad de cólera” con 18 camas, cuando amenazó la epidemia, y los operativos de castración de animales con profesionales de la Dirección Municipal de Zoonosis. Esto último se inspiró en el trabajo de un común amigo y gran compañero del Barrio Independencia de José León Suárez, Adán Guevara, y que también replicamos en la Sociedad de Fomento Reconquista, de Villa Hidalgo, a finales del siglo XX.

Recuerdo una discusión interesante que teníamos con Kuki respecto del nombre del barrio ¿Villa Hidalgo o Eugenio Necochea? “Eugenio Necochea fue un patriota que luchó a las órdenes del General San Martín en la guerra de la independencia, en cambio Fernando Hidalgo era dueño de muchos terrenos por aquí y donó un par para la sociedad de fomento? ¿Quién tiene más mérito? Además es el nombre catastral oficial y figura como localidad” sostenía un Kuki apasionado por la historia. Yo le retrucaba -más que nada para hacerlo enojar- que el hermano de Mariano, que tiene una hermosa ciudad balnearia que lleva su nombre, era liberal, conservador y unitario, muy lejos de la línea federal, nacional y popular que ambos siempre compartimos.

Volviendo a la sede de Eugenio Necochea, en ella se realizaron: operativos de documentación, las asambleas que organizamos desde la entonces Sociedad de Fomento Reconquista, para regularizar con la recientemente privatizada EDENOR S.A., toda la red eléctrica de media y baja tensión del barrio, asambleas para el asfalto de calles, reuniones del “Consejo Comunitario de José León Suárez”, integrado por todas las instituciones suarences reconocidas por el municipio como entidades de bien público, que funcionó desde 1989 hasta 1998 aproximadamente, reuniones del Comité Vecinal de Emergencia, que se reunía para organizar la asistencia y coordinar acciones con Defensa Civil y otros organismos municipales como las secretarías de Salud y Desarrollo Social, cuando desbordaba el río. Seguramente, vecinos y vecinas que han participado de estas acciones recuerden muchas cosas más para sumar a la memoria colectiva.

Víctor Pizarro fue obrero de la empresa FATE, afiliado al Sindicato del Neumático, y empleado municipal de General San Martín. Peronista empedernido y dueño de un humor ácido en sus discusiones. En los viajes de las brigadas de Defensa Civil conoció los Esteros del Iberá, en la provincia de Corrientes y se enamoró del lugar. Compró allí terrenos, prácticamente fundó un barrio, se convirtió en proteccionista y ambientalista.

En FM Reconquista se recuerda el programa de radio del CAPS Nº 17 “La Voz de Necochea”, desde la perspectiva de un proyecto de salud popular, otra definición de Kuki.

 

Su familia, vecinos y vecinas y militantes lo despidieron en la puerta de su casa, con frente a la calle Mitre, a metros de la obra a la que tanto contribuyó y le puso vida.

 

 

Acerca de Suárez Ciudad

Misión: Ser un espacio periodistico que exprese la rica y variada vida comunitaria de José León Suárez, nuestra ciudad, superando la habitual mirada sesgada de los medios de comunicación dominantes, que solo consideran a nuestros barrios en la sección "Policiales", desde una perspectiva sensacionalista. Creemos que nuestra comunidad es mucho mas que eso.

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