EDITORIALES

Ratio: 4 / 5

Inicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio desactivado

 

COMUNICADO DE REPUDIO

 

Las organizaciones sociales, comunitarias, culturales y religiosas del Área Geográfica Reconquista expresamos nuestro más enérgico repudio ante la violencia ejercida contra el padre Adolfo Benassi, integrante de nuestra comunidad y párroco de Nuestra Señora del Rosario del barrio de Costa Esperanza, y la feligresa Mónica Valor, durante la manifestación pacífica en apoyo a los derechos de jubilados y jubiladas, en el marco de la histórica marcha de los miércoles.

 

El pasado miércoles, en un acto de solidaridad frente a la agresión sufrida por el padre Paco Olveira la semana anterior, el padre Adolfo Benassi viajó junto a otros sacerdotes para participar de una jornada de oración frente a las y los jubilados que se congregaban en defensa de sus derechos. Lejos de encontrarse con un espacio de escucha y diálogo, fueron violentamente reprimidos por personal de civil, miembros de la Policía Federal, Prefectura, Gendarmería y Seguridad Aeroportuaria, además de efectivos de la Policía de la Ciudad. En plena vía pública, mientras se realizaba una oración pacífica sobre la vereda, las y los presentes fueron gaseados, golpeados y maltratados.

 

Como consecuencia, dos sacerdotes fueron detenidos durante aproximadamente una hora, y varias personas que acompañaban —entre ellas, integrantes de la comunidad del padre Adolfo— también fueron agredidas brutalmente.

 

Denunciamos el uso de la fuerza contra expresiones pacíficas de solidaridad, fe y compromiso social. La represión contra quienes defienden los derechos de nuestros mayores es inaceptable y constituye una amenaza directa al ejercicio de las libertades democráticas.

 

Nos solidarizamos con el padre Adolfo Benassi, Mónica Valor y con todas las personas agredidas. Exigimos el cese de la violencia institucional y la plena garantía del derecho a la protesta social.

 

¡La fe no se reprime!

¡La solidaridad no se criminaliza!

¡Los derechos de las y los jubilados se defienden!

 

Organizaciones del Área Geográfica Reconquista:

Mesa de Empresas Recuperadas de San Martín.

Centro de Estudiantxs Azucena Villaflor - CUSAM.

Cooperativa Textil Las Flores.

Bachillerato Popular La Esperanza.

Centro Cultural Codo a Codo.

Escuela Secundaria Técnica UNSAM.

Cooperativa Osadia.

Club Malvinas Argentinas. Fútbol infantil.

Capilla Ntra. Sra. de Lujan y El Campito.

Centro Universitario San Martín - CUSAM.

Parroquia Virgen del Rosario. Costa Esperanza

Centro Cultural América Mestiza.

Bosque Urbano UNSAM.

Biblioteca Popular La Cárcova.

Jubilados Populares.

Cooperativa Patagonia Ltda.

Colectividades Unidas Sin Fronteras

Cooperativa Textil Nuevos Horizontes.

Escuela Popular de Música del Área Reconquista.

Asociación Civil Los Amigos.

Asociación Puntos de Encuentro.

Cooperativa de Trabajo Bella Flor Ltda.

Proyecto Comunitario 8 de Mayo.

Cooperativa 19 de Diciembre.

Asociación de Mujeres La Colmena y FM Reconquista 89.5 Mhz.

Fray Ismael y la comunidad de la Parroquia Inmaculada Concepción - José León Suárez. 

Portal de noticias SuárezCiudad.

CPM Carlos Mujica.

Sindicato de Canillitas.

Centro cultural Pinguino Ayne, (Comedor merendero los Pinguinitos -Loma Hermosa).

 

Comunidad Pueblos Originarios de Awyayala y Comunidad Tonokote Kushi Kawsaypa, en Rafaela, Santa Fe, Argentina.

 

 

Ratio: 5 / 5

Inicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activado

Carta a nuestros Cardenales:

Con profundo amor a la Iglesia, les escribimos desde los pueblos de América Latina y el Caribe, mujeres y hombres laicos que, con esperanza vivimos nuestra fe encarnada en la vida cotidiana. Nos dirigimos a ustedes, responsables del discernimiento sobre quién será el próximo obispo de Roma, para expresar nuestro agradecimiento, nuestros anhelos y nuestra oración.

 El Papa Francisco ha dejado una huella profunda en nuestros corazones y comunidades. Su estilo pastoral cercano, humilde y profético nos mostró una Iglesia humana: pobre para los pobres, abierta al diálogo, samaritana y misionera. Su coherencia de vida, su sencillez, su palabra clara y su compromiso con los descartados, con la Tierra, nuestra Casa Común, con la justicia social y con los procesos de reforma de la Iglesia nos devolvieron la esperanza y nos recordaron que la Iglesia puede predicar y testimoniar a Jesús que es misericordia.

Le agradecemos a Francisco haber abierto procesos: la sinodalidad, profundizar el diálogo interreligioso, la revalorización del laicado y la inclusión de quienes históricamente han sido marginados o excluidos de espacios eclesiales y sociales, como las mujeres, los pueblos indigenas, los movimientos  sociales y populares o la diversidad sexual.

También valoramos profundamente que haya puesto su mirada en los más vulnerables: migrantes, personas en situación de trata, con adicciones, víctimas de violencias. Fue un Papa que se hizo presente con gestos concretos, como su visita en casas de refugiados, su lucha contra la corrupción y su valentía para abordar con firmeza los abusos dentro de la Iglesia. Agradecemos su reconocimiento de ministerios para las mujeres, su promoción de una Iglesia corresponsable, y su permanente llamado a que los laicos nos involucremos con amor y responsabilidad en la vida eclesial.

 Recordamos con emoción que como líder religioso se dirigió con claridad a los mandatarios por los niños víctimas de las guerras, y que no dejó de insistir en la importancia de la paz global, aún en los contextos más difíciles.

Hoy, como Pueblo de Dios, sentimos el deber de compartir con ustedes nuestras preocupaciones y deseos:

 

  • Que el nuevo Papa continúe, consolide y profundice el camino abierto por Francisco, fiel al Evangelio que predico Jesús y al magisterio del Concilio Vaticano II.

 

  • Que sea un Pastor que camine junto a su pueblo, con los pobres, con los jóvenes, con las mujeres, con los ancianos, con los niños, con quienes buscan la paz y con quienes desean creer.

 

  • Que viva con sencillez, sin privilegios, cuidando la confianza del Pueblo de Dios. Nuestros pastores no pueden vivir como príncipes, sino entre sus ovejas, como Jesús Buen Pastor.

 

  • Que promueva una auténtica participación del laicado en todos los niveles de la vida eclesial, no como concesión sino como corresponsabilidad bautismal. Atendiendo a una necesaria desmasculinización eclesial, porque la Iglesia es mujer.

  • Siga impulsando una Iglesia sinodal, que discierne en comunidad, escucha con el corazón, y camina con todos, todos, todos.

 

  • Que siga promoviendo el cuidando de la Casa Común, desde una ecología integral, profética y concreta. En tiempos en que la Emergencia Climática amenaza la vida en el planeta no podemos olvidar el profundo amor que Dios tiene por su creación.

 

      •Que escuche comprometidamente las voces de quienes sufren, incluyendo a las víctimas de abusos, y que actúe con firmeza y justicia.                          Estos crímenes no pueden ser tolerados, por el contrario deben ser reconocidos y reparados con total transparencia.

 

  • Que se atiendan responsablemente las necesidades materiales y espirituales de la humanidad y de las comunidades católicas, para reconocer las situaciones que deben enmendarse, y así sanar las heridas que el clericalismo y el abuso de poder han provocado.

 

  • Que reconozca la diversidad de nuestra humanidad —cultural, social, sexual, espiritual— como don de Dios, no como amenaza, y que se siga avanzando en la inclusión de los grupos históricamente segregados, como siguen siendo las mujeres, y se les promueva en lugares de responsabilidad en la Iglesia, ya que todos somos bautizados.

 

  • Que seamos una Iglesia de testigos, una Iglesia que se convierte al sentirse amada por la misericordia de Dios y que con valentía y libertad dejemos obrar al Espíritu Santo.

Pedimos también, con especial énfasis, que se avance en la transparencia financiera en toda la Iglesia, incluyendo diócesis, órdenes religiosas y propiedades eclesiales, y que el nuevo Papa fomente mecanismos claros de rendición de cuentas. Que la misericordia, la justicia y la verdad sean los pilares de su pontificado. 

Ustedes, cardenales, tienen la alta responsabilidad de responder a este momento histórico. Confiamos en que sabrán escuchar al Espíritu que habla también en el clamor del pueblo, en el susurro de los pequeños, en la voz de la Tierra herida, en las lágrimas de las víctimas, y en el testimonio silencioso de millones de fieles que siguen creyendo, amando y sirviendo en las periferias, y también de quienes por heridas graves han perdido la fe.

Hoy, les pedimos con el corazón que no detengan el camino. Que el nuevo Papa sea elegido superando egoísmos políticos, económicos o eclesiásticos; con la mirada puesta en el Reino de Dios, en su Pueblo y en el Evangelio de Jesús. Que el Espíritu Santo sople con fuerza, nos siga sorprendiendo y les anime a elegir al pastor que nos ayude a amar más y mejor.

Con FE, ESPERANZA Y AMOR

 

Ratio: 5 / 5

Inicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activado

Por Raúl Bermúdez

Jesús fijando su mirada en él, le dijo: Tú eres Simón, el hijo de Juan, desde ahora te llamarás Cefas (Pedro) que quiere decir piedra.” La conocida historia se relata en el primer capítulo del evangelio de San Juan. Cefas, Kefas, Petros, Petrus, Pedro, desde el arameo que hablaba Jesús hasta la escritura de los evangelios y sus traducciones: griego, latín, español, hay un único significado: Piedra-Roca.

Un viejo rito vaticano indicaba que el cardenal camarlengo (encargado de cámara o camarero) golpeara tres veces con un martillito de plata la frente del Papa fallecido mientras lo llamaba “Petrus”. Ante el silencio certificaba que el Papa había muerto.

Pedro fue el primer pontífice de la historia de la Iglesia, instituido por el mismo Jesús y Franciscus fue el último Papa que tuvimos hasta el momento ¿Cuál es el hilo conductor y milenario que une al pescador galileo, con el porteño argentino del barrio de San José de Flores? En primer lugar sin duda, el llamado inevitable, ineludible, de Jesús “fijando su mirada” en ellos. Elegidos a pesar de sus flaquezas, pecados y errores humanos.

Juan cuenta, en el capítulo 21 de su Evangelio, que presenció cuando Jesús Resucitado le predijo a Pedro su futura muerte por martirio ¿Qué le dijo a Jorge Bergoglio cuando este sintió que el Maestro lo miraba y lo llamaba? Nunca lo sabremos. Tal vez que debería soportar y resistir, hasta el último suspiro, las intrigas y conspiraciones, dentro y fuera de la Iglesia, de quienes no quieren perder sus privilegios mal habidos, a costa del sufrimiento de los pueblos.

Ya es un lugar común hablar de las virtudes del pontificado de Francisco: Renovó hasta dónde pudo la Iglesia, la acercó a la gente de carne y hueso, nos recordó que los últimos serán los primeros, es decir, quienes padecen la explotación de sistemas económicos inhumanos, la pobreza y la miseria que podrían evitarse, las migraciones forzadas, la violencia de la guerra. Nos llamó a cuidar la Pacha Mama, la casa común. Abrazó las diferencias y las disidencias, empoderó a las mujeres en el gobierno de la Iglesia Romana, acostumbrada a ser gobernada por hombres de avanzada edad que tienen prohibido formar familia, contraer matrimonio ni tener descendencia.

Predicó que la justicia social no es “una aberración” como algún insensato ha dicho, sino la expresión viva del Evangelio en las naciones. Pidió a los jóvenes hacer lío y organizarlo, para construir un mundo más fraterno y solidario. Llamaba cotidianamente al párroco argentino de la Franja de Gaza, para saber cómo estaban las cosas, qué necesitaban, en medio del infierno genocida. Fue una luz para cristianos y no cristianos, alumbrando con la enseñanza social de la Iglesia la noche histórica del capitalismo salvaje. Cultivó la “teología del cuidado” en el mundo del descarte. Eligió el nombre de Francesco d´ Assisi, aquel al que Jesús le dijo: “Reconstruye mi Iglesia”, en medio de un pantano de corrupción clerical. Eligió ser enterrado fuera del Vaticano en un templo dedicado a María, la mamá de Jesús, como buen hijo de Latinoamérica, el “continente mariano”. Y tanto más que ya se ha dicho, con más extensión que la posible en esta breve nota.

Pero por sobre todas las cosas Francisco fue Piedra de construcción de comunidad, fue “pastor con olor a ovejas” como le gustaba decir. Fue Pedro, el pescador de las redes, y quienes tenemos a Jesús como Maestro y Señor, bien sabemos lo que eso significa.

Ratio: 5 / 5

Inicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activado

 Foto de archivo

 

Por Raúl Bermúdez

 

Escribimos esta breve nota editorial como un homenaje a los 37 años de vida de FM Reconquista, radio comunitaria que inició sus transmisiones el 20 de marzo de 1988, desde el barrio de Villa Hidalgo. Una radio que dice y hace.

 

¿Qué es la comunicación comunitaria y popular? El interrogante pertenece a una categoría que sólo admite respuestas “situadas” en tiempo y espacio, es decir en procesos históricos que suceden en territorios concretos, habitados ellos por poblaciones de carne y hueso. Cuando estas poblaciones ensamblan estilos de vida (culturas) y proyectos comunes, devienen políticamente en “Pueblos”, sujetos colectivos de la construcción de su propia historia.

Pero no existen proyectos sin organización, es la “Comunidad organizada” la que construye. Y es entonces cuando la comunicación encarna en una comunión de sentidos compartidos, una percepción común de la realidad, que no es homogénea, pero que coincide en valores y orientaciones fundamentales.

Esta común-unión de sentidos se construye en la praxis. En el plano político se define como la “militancia” de todos los días, en espacios sociales, culturales, sindicales, vecinales y partidarios. En el plano religioso cristiano en la “pastoral popular” y la “evangelización de las culturas”.

Volvemos entonces al título de esta nota, que expresa la necesidad de una “re-lectura” de la comunicación comunitaria y popular, a la luz de los tiempos que corren. Un camino equivocado -a nuestro entender- es el de una mirada reducida a lo tecnológico. Sin que esto signifique negar los cambios culturales en las generaciones crecidas en la era digital.

Pero centrarse exclusivamente en lo tecnológico nos puede llevar a creer que mejorando equipamiento y capacitación digital basta para realizar un trabajo en comunicación humanizante y liberadora. Muy por el contrario, por esa senda podemos terminar “comprando” tecnología -más en sentido ideológico que comercial- que lejos de ser “neutra”, responde a un diseño alienante.

En este terreno dominado por la “virtualidad” creemos que el esfuerzo hay que ponerlo en dar vuelta como un guante el uso de la tecnología y desenmascarar el dominio mundial de las bigtech, los grandes conglomerados tecnológicos transnacionales.

Creemos que la comunicación comunitaria y popular, transcurrido ya un cuarto del nuevo siglo, debe apuntar a “recomponer” la común-unión hecha trizas en las mayorías populares, mediante la violencia física y cultural, el engaño orquestado a través del dominio de los grandes medios de comunicación y las redes virtuales, y el marketing de las soluciones por salidas individuales: ludopatías, adicciones, y emprendimientos económicos aislados de toda organización o trabajo en red.

En los años 80´ del siglo pasado, terminada la etapa de dominación imperial mediante dictaduras militares orientadas por las oligarquías locales, los medios de comunicación comunitarios y populares trabajaron para “recuperar la voz” para el Pueblo, luego de años de silencio forzado.

Hoy debemos ser punto de encuentro de las voces fragmentadas, convertidas en “repetidoras” involuntarias del discurso único disolvente. Antes nos querían en silencio, ahora nos prefieren repitiendo nuevas y viejas zonceras, como diría el gran Arturo Jauretche (*). Si nos miramos como Pueblo en un espejo, el espejo está partido en muchos pedacitos y nos devuelve una imagen “cubista” (**) que necesitamos recomponer.

La comunicación comunitaria y popular está llamada a la producción social de nuevos sentidos, construidos a partir del examen crítico y grupal de nuestras propias palabras, para descubrir que no son tan propias, que responden a un sentido común implantado con dureza o sutileza según la ocasión. Es el viejo fenómeno de la “alienación” o pérdida de identidad.

Recuperar la Palabra hoy supone la construcción de un lenguaje nuevo y liberador, que desde luego no surge de ninguna “Real academia”, sino de los retazos vivos de una identidad rota, que sólo se recompone y actualiza en proyectos colectivos para vivir. Aquí decir es hacer. El hacer nos comunica. Y sólo la construcción comunitaria puede expresarse en una Palabra Nueva.

 Foto de archivo 

Nota de la Redacción: (*) A las jóvenes generaciones les contamos que don Arturo Jauretche fue un sociólogo popular, pensador y escritor nacional. Entre sus obras destaca el “Manual de Zonceras Argentinas”. Recomendamos vivamente su lectura.

(**) El cubismo es una escuela pictórica que representa las formas naturales descompuestas en formas geométricas.

Acerca de Suárez Ciudad

Misión: Ser un espacio periodistico que exprese la rica y variada vida comunitaria de José León Suárez, nuestra ciudad, superando la habitual mirada sesgada de los medios de comunicación dominantes, que solo consideran a nuestros barrios en la sección "Policiales", desde una perspectiva sensacionalista. Creemos que nuestra comunidad es mucho mas que eso.

www.suarezciudad.com.ar

Buscar