Esta mañana una joven mujer (foto 2) cruzó las vías del ferrocarril General Bartolomé Mitre (FCGBM), con una niña pequeña en brazos, tropezó y tomó contacto con el "tercer riel", falleciendo en el acto por electrocución. La niña se ecuentra en buen estado de salud, y en un primer momento fue albergada en una oficina de la empresa ferroviaria, ubicada en el sector de galpones. Por el momento se desconoce la identidad de la víctima. Al parecer su intención era caminar sobre las vías, desde el barrio 13 de Julio, en dirección al de la Cárcova.
El "tercer riel", es el que alimenta de fuerza eléctrica a los trenes, que realizan el contacto mediante un "frotador". Se estima que transporta una tensión eléctrica superior a los 800 voltios. Si bien existen barreras de contención, para evitar el cruce en los sectores electrificados, es práctica común que se las transponga, para acortar camino. Es una pésima costumbre y peligrosísima, con desenlaces fatales como el que registramos en esta crónica. Tiene que haber algúna forma de protección que realmente impida el contacto, más allá de la responsabilidad personal de lxs adultxs.
Sin entrar en las circunstacias particulares de esta tragedia, que desconocemos; como criterio general, todas las personas tenemos la obligación de ser cuidadosas, criteriosas y atender a las señales que indican peligro. Pero también hay que tener en cuenta que por las zonas ferroviarias, eventualmente pueden transitar niñxs en situación de calle, personas con trastornos psico-físicos, o que por diversas razones no tienen plena capacidad de discernimiento para cuidar de sí mismas o de sus semejantes. Por eso los sistemas de seguridad deben ser efectivos y no pueden descansar en las buenas prácticas de los usuarios.